lunes, 23 de enero de 2012

Un 24% de los menores gitanos de Bermeo necesitan intervención socio-educativa



El  proyecto de apoyo escolar del SICG (Servicio de Intervención con la Comunidad Gitana) se ideó en 2009 como consecuencia del bajo nivel académico de los menores de etnia gitana. El programa se centra en darles apoyo escolar un día a la semana. También trabajan aspectos como la higiene o la  educación.

El programa específico para menores de etnia gitana es uno  de los servicios del Patronato de Salud y Bienestar Social de Bermeo (Bizkaia). En el 2006, se creó el servicio para la comunidad gitana, con carácter general para la población y  ha ido evolucionando. El programa específico de apoyo escolar comenzó en el 2009. En un principio se intentó trabajar desde el embarazo hasta el parto. Pero sus dos responsables, Idoia Altonaga y Maider Altonaga, lo aparcaron al considerarlo imposible, por lo que trabajan con menores de 6 a10 años.

Bermeo cuenta con una población infantil de 4719 menores. De estos, 50 son gitanos, lo que supone el 1,06% de la población menor de 18 años de Bermeo. El Servicio de Intervención con la Comunidad Gitana trabaja con 12 de ellos; sus edades se comprenden desde los 3 hasta los 12 años de edad y suponen el 0,25% de  los niños del municipio. Trabajan con  dos niños de 4 a 7 años y 10 de 8 a 12años.

Por su parte, los menores no gitanos atendidos por el EISE (Equipo de Intervención Socioeducativa) ascienden a un total de 127, lo que supone el 2,79 % de la población de menores totales de Bermeo. Trabajan con 6 menores de 0 a 3 años; 26 de 4 a 7 años; 71 de 8 a 12 años; 22 de 13 a 16 años y 2 de 17 a 18 años.

Escolarización

El programa del SICG, aunque específico para menores, también incluye el trabajo con las familias, 9 en total. Las dos educadoras sociales indican que todas las familias con las que trabajan tienen las mismas características: no tienen estudios ni trabajo. Los resultados se dan poco a poco. Todos los menores con los que trabajan están escolarizados aunque exista en algunos casos un gran absentismo escolar. A partir de los 16 años, ningún menor sigue con sus estudios.

Desde el Servicio de Intervención con Comunidad Gitana han constatado la falta de escolarización por parte de los adultos, quienes viven de las ayudas recibidas desde la Diputación. Esta Renta de Garantía de Ingresos varía según la situación personal y familiar de cada persona. Algunas familias han vivido durante años de las ayudas económicas recibidas, por lo que indican, se “acomodan”.

La totalidad de los menores de etnia gitana están escolarizados en alguno de los centros escolares de primaria del municipio,  donde la predisposición a trabajar con los menores varía. Idoia Altonaga y Maider Altonaga, indican la existencia de dejadez por parte de un sector del profesorado. Sostienen que  “a algunos profesores les cuesta identificar a un menor en cuestión o lo desatienden alegando que es hiperactivo”, cuenta Altonaga
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EISE: Equipo de Intervención Socio-educativa

Los integrantes de la comunidad gitana reúnen unas características comunes: no tienen estudios y cobran una renta mensual. No ocurre lo mismo en las familias atendidas por  el EISE (Equipo de Intervención Socio-educativa), donde el perfil del usuario es de nivel económico medio; habiendo casos de usuarios de nivel socio-económico medio-alto, donde la mayoría recibe la Renta de Garantía de Ingresos.

Cuentan con una gran experiencia trabajando en los centros educativos, donde encuentran una alta predisposición por parte del profesorado, pero también  desconocimiento en cuanto a las necesidades y el modo específico de intervención con menores en situación de vulnerabilidad y riesgo. Aconsejan estudios de reciclaje y formación para atender la situación. 

Lo más llamativo en cuanto a porcentajes se refiere es que pese a que los menores gitanos sean sólo un 1,06% del total de niños de Bermeo, se trabaje con un 24% de ellos, es decir, 12 menores. En el Equipo de Intervención Socio-educativa en cambio, trabajan sólo con 127 menores, de los 4.719 que viven en Bermeo, no porque no haya más niños en situación de riesgo, más bien porque por problemas económicos y de personal no pueden ampliar el servicio por falta de recursos. 

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